Conocimos las Vitaminas Liposolubles, solubles en grasa, y sus características. Es el turno de las Hidrosolubles, solubles en agua.
Las vitaminas hidrosolubles se disuelven en agua, por lo que pueden pasar al agua del lavado o de la cocción de los alimentos. Para recuperar parte de estas vitaminas (algunas se destruyen con el calor), se puede aprovechar el agua de cocción de las verduras para caldos o sopas.
A diferencia de las vitaminas liposolubles, no se almacenan en el organismo. Esto hace que deban aportarse regularmente y sólo puede prescindirse de ellas durante algunos días. El exceso de vitaminas hidrosolubles se excreta por la orina, por lo que no tienen efecto tóxico por elevada que sea su ingesta.
Una información muy interesante.